Reaccionar a la muerte no es fácil y menos aún si se trata de un ser querido. Cada uno de nosotros contamos con unos mecanismos para hacerlo, afrontar el duelo y aceptar la pérdida son fundamentales para poder seguir con nuestras vidas.
Ante todo, sentir dolor es algo natural, ya que es la respuesta de nuestro cuerpo ante momentos complicados.Sin embargo, ¿sabes en qué consiste el duelo?
¿Qué es el duelo por la muerte de un ser querido?
El duelo es un estado psicológico que facilita la aceptación de esa pérdida para adaptarse a la vida sin esa persona. Sin embargo, la muerte de alguien cercano puede llegar a provocar un impacto importante en todas las áreas vitales de la persona doliente. A nivel emocional se van a ver alteradas sus emociones (su intensidad y frecuencia) y estarán afectadas durante unos días la atención, la concentración, la forma de pensar.
Pero, no se trata solo de un estado emocional, para superar la muerte de un ser querido es muy probable que tengamos que atravesar una etapa en la que los síntomas físicos, sobre todo los relacionados con la ansiedad, la tensión, los nervios o, incluso, las dificultades para dormir se conviertan en protagonistas de nuestras rutinas diarias.
Comenzará una época en la que se producirá una pérdida del interés por las actividades cotidianas, las lágrimas estarán presentes sin motivo aparente, y tomar decisión se convertirá en un mundo. En ese momento se habrá entrado de lleno en el proceso de duelo: poco a poco se irán retomando las actividades, responsabilidades, etc se irán fijando nuevos objetivos, surgirán nuevas ilusiones y el día a día se normalizará hasta llegar a recuperarlo por completo. Se aprenderá a vivir sin esa persona, no se olvida, simplemente se normaliza la vida sin ella.
El duelo depende de cada persona y de las circunstancias que la rodean. En él influyen factores como su red de apoyo familiar, su círculo de amistades, o si ha tenido que enfrentarse con anterioridad a una situación de este estilo. También depende de las circunstancias en las que se ha producido la pérdida: no es lo mismo un accidente o un fallecimiento repentino, que una enfermedad larga con desenlace esperado y para la que se ha podido estar preparando la persona afectada. Eso no lo hace menos dolorosa, pero sí hace que la pérdida de un ser querido se afronte de otra manera.
La manera de afrontar la muerte de un ser querido es distinto según cada persona, hay quién lo asume nada más producirse el fallecimiento: la aflicción y la tristeza se apoderan del día a día de la persona que ha sufrido la pérdida, poco a poco se asume la pérdida, se convive sin ella, pero se retoma la vida sin esa persona. Cuando la pérdida del ser querido viene precedida de una enfermedad larga que puede llegar a ser terminal, el duelo puede producirse anticipadamente, e incluso llegar lo que se denomina desgaste emocional y la persona puede ir preparándose para la vida tras la pérdida. El peor de los casos llega cuando se trata de personas muy dependientes; en estos casos es más complicado superar la muerte y adaptarse a la nueva situación.
En gran parte de los casos, nunca está de más la ayuda de profesionales. Cada persona necesita un tiempo diferente para asimilarlo y, sobre todo, empatía, apoyo y comprensión y no siempre es fácil encontrarla en nuestro entorno más cercano. El dolor es algo natural y hay que aprender a convivir con él, por eso, cuando hablamos de cómo superar la muerte de un ser querido, lo más importante es darnos la oportunidad de estar tristes, de echar de menos y de pensar en quien ya no está.
En ocasiones se asocia el seguir la vida como un síntoma de olvido, sin embargo, esto no es así: no se pierde su recuerdo, se aprende a vivir con él y a seguir adelante, a volver a ilusionarse con aspectos del día a día. Gracias a este proceso, la superación será más sencilla y podremos seguir con nuestras vidas.
Es posible que llegados a este punto te estés preguntando cuáles son las claves para superar la muerte de un ser querido; lo sentimos, no hay fórmulas magistrales, ni trucos secretos, pero sí algunas pautas y algunos consejos que pueden ayudarte en este proceso.
Consejos para ayudarte a superar la muerte de un ser querido
Tiempo: es el mejor consejero y, sin duda, una de las claves para superar la muerte de un ser querido. La pérdida no se supera de forma inmediata ni siquiera cuando el desenlace era esperado. Por ello, es necesario que las etapas del duelo sean las precisas, no debe haber prisas, ni agobios, ya que no existe una herramienta mejor para estos casos que el tiempo.
Nuevas ilusiones: nadie está hablando de olvidar ni de abandonar el recuerdo de la persona que ha fallecido, porque además no es recomendable hacerlo. Se trata de incorporar nuevos estímulos a nuestro día a día, recuperar ilusiones que ya se tenían, afrontar nuevos retos que nos hagan recuperar la ilusión y retomar las riendas de nuestra vida.
Soledad: depende de cada persona, pero, sin duda, los momentos de tranquilidad ayudan a la persona que está atravesando el duelo a afrontar esta etapa con sus propios mecanismos de defensa, su afán de superación y la aceptación de la pérdida sufrida.
Ayuda Profesional: en muchos casos con el apoyo de un profesional la superación de esta etapa será mucho más sencilla. Contar con consejos de psicólogos o expertos en el tema nos puede ayudar a afrontarlo desde una perspectiva mucho más cercana y el duelo se sobrellevará sin dramas ni excesos, en este sentido.
Silencio y escucha: no hay que obligar a la persona que ha sufrido la pérdida a que hable de ello, pero, en caso de que quiera hacerlo escuchar será su mejor ayuda. Es muy posible que necesite verbalizar sus sentimientos, sus sensaciones y que será un desahogo que le ayude a superar el proceso de duelo.
Se trata de consejos sencillos, pero que pueden ayudar mucho. Es más, en gran parte de los seguros de decesos se incluye como cobertura este apoyo psicológico tan importante como necesario para afrontar y superar la muerte de un ser querido.
La aceptación de la muerte de nuestro familiar: el primer paso
Los expertos coinciden en que no todas las personas afrontan el proceso de superar la muerte de un ser querido de la misma forma, sin embargo, lo que sí parece claro es que la aceptación ha de ser siempre el primer paso. Esto no significa que sea sencillo y a cada persona le va a llevar un tiempo determinado que puede llevar desde un mes hasta un año, o incluso más. No hay tiempos concretos ni estudios que así lo demuestran, son los sentimientos los que están en el proceso, y como tal debemos tener en cuenta que no es una fórmula matemática.
El resto de fases del duelo tampoco son exactas. Cada persona puede tenerlas de forma diferente y dependen de factores como la relación que se tenía con la persona fallecida, el tiempo que se había pasado con ella, o los sentimientos que los unían.
¿Qué es la resiliencia?
No somos conscientes de lo fuertes que somos hasta que no nos enfrentamos a situaciones extremas. Nuestra capacidad de resiliencia (para superar circunstancias traumáticas como puede ser la muerte de un ser querido) es, en muchos casos, mayor de lo que creemos, pero no debemos precipitar las fases, para ello, hay algunos consejos que deberíamos seguir:
- Hablar sobre la muerte de nuestro ser querido con amigos, conocidos, etc. Nos puede ayudar a recordarle, a conocerle mejor e, incluso, descubrir facetas de las que no éramos conscientes. Negar la pérdida nos lleva al aislamiento y a frustrar a otros que intentan ayudarnos. Es preciso crear una red de apoyo que nos impulse hacia nuevas experiencias en la vida, sin dejar ni olvidar a la persona fallecida.
- Llevar una vida sana: cuanto mejor esté nuestra salud, más fuertes seremos para afrontar la pérdida. Cuidarse es fundamental y nos aportará energía para sobrellevar el fallecimiento.
- Honrar la memoria de la persona que ya no está: no hacen falta lujos ni gastos, se trata simplemente de recordar y celebrar su vida y los momentos que compartió con nosotros; así lograremos un recuerdo bonito y nos ayudará a seguir hacia delante.
El apoyo de profesionales puede ayudarle a mejorar su resiliencia y a buscar herramientas para superar la muerte de ese ser querido. Reconocer el dolor que nos provoca la muerte y seguir con nuestras vidas es el primer paso, sin duda para conseguirlo, pero no el único.
Recordar con alegría, repetir algunos de sus actos o costumbres e, incluso, honrar su memoria poniendo su nombre a un nuevo miembro de la familia puede ayudar mucho a mejorar este proceso, eso sí, no deberíamos reprimir nuestras emociones ni sentimientos, son importantes para seguir con nuestro duelo.
Es evidente que superar la muerte de un ser querido no es una tarea sencilla, pero con estos consejos y la ayuda de profesionales estamos seguros de que al menos, lograremos que sea un poco más sencillo. Es un proceso duro y complicado, pero con ayuda será mucho mejor. Despreocuparse de los trámites burocráticos, gracias a los seguros de decesos, supone sin duda una gran ayuda en este sentido. Consulta condiciones y pólizas y piensa que en los momentos complicados, todo será más sencillo con esta ayuda.